No sé si os pasará como a mí, pero pasados unos años y vuelvo a rejugar algunos títulos, muchas cosas que creía recordar es como si me resultaran completamente nuevas. Lo digo porque hace siete años que no tocaba Monster Hunter Stories y al comprobar su remaster me he sorprendido por comprobar lo bueno que era. Y entendedme… No es que sea un juego fuera de serie, pero se deja jugar muy bien, es tremendamente accesible para muchos públicos y lo mejor: resulta muy divertido y adictivo, con un esquema RPG bastante rompedor con respecto a la serie principal.
Si por algo destacó especialmente este spin-off fue por proponer un esquema más aventurero, con una trama más presente y una estética manganime que pretendía llegar a nuevos públicos (pero sin descuidar al fan acérrimo de Monster Hunter). Yo era uno de los que no esperaba demasiado de aquella pequeña osadía de Capcom, pero ahora me he dado cuenta del gran valor que tiene este exponente dentro de la franquicia. Su mundo abierto es bastante ambicioso -más si consideramos que se ideó para Nintendo 3DS- pero es que además incorpora (con éxito) mecánicas de recolección de monstruos al más puro estilo Pokémon.
Redescubriendo un Monster Hunter único en su especie
En el momento del lanzamiento de este videojuego, allá por el año 2017, los jugadores de Monster Hunter estábamos acostumbrados al alto instanciamiento de los escenarios, con abundantes tiempos de carga y en ocasiones una jugabilidad algo pesada en cuanto a respuesta a los mandos. Stories hacía en este sentido un montón de cosas bien. Su mundo aparecía interconectado, sin muchos tiempos de carga, y en el caso de este remaster casi inapreciables, ya que el hardware de PS4, Switch y sobre todo PC permite transiciones muy fugaces cada vez que entramos en una mazmorra o cambiamos de localización.
La tarea de looteo es otra acción que no pasaba desapercibida, puesto que recogías objetos al vuelo, sin interrupciones, además de que podías montarte en uno de los monstruos capturados para ir más rápido en tus travesías (una gozada). A pesar de los años transcurridos, al volver a jugarlo me he dado cuenta de lo bien que lo hizo esta entrega. El dinamismo es mayúsculo, tanto que ponerte a hacer misiones secundarias del montón (como recolectar unas cuantas hierbas) no duele tanto y reconforta ver cómo se te recompensa con dinero o experiencia.
Porque esa es otra. En el juego tu personaje sube de nivel, mejora estadísticas y en esencia la personalización y sensación de progresión son las propias de un Monster Hunter. Una maravilla. Vas a la armería, mejoras tus armas y adquieres nuevas vestimentas con que renovar estéticamente a tu personaje. Además, puedes hacerlo con los objetos adquiridos, o combinarlos para crear otros nuevos. Todo lo que conoces de la saga de Capcom está aquí, y eso es formidable, porque siendo un spin-off no se olvida de las bases icónicas.
Eso sí, hay cosas muy diferentes y que lo hacen único. La principal es un sistema de combate por turnos al más puro estilo RPG, que se apoya en un esquema piedra-papel-tijeras para asestar duros golpes a tus contrincantes. A este respecto, debes leer las intenciones de los monstruos y optar entre ataques de potencia, agilidad o técnica. El esquema combativo te sorprende con acciones adicionales como hacer un ataque combinado con tu criatura aliada (lucha contigo en todo momento), y hasta puedes activar un comando especial cuando has ganado los suficientes puntos de afinidad. Vamos, que no está nada mal el asunto.
El otro pilar que distingue a Monster Hunter Stories es que una de las principales tareas consiste en encontrar huevos que hacer eclosionar. Esta es la manera de reclutar nuevas especies y que se unan a tu grupo. Hay unos 100 monstruos disponibles, cada uno con sus características, y descubrirlos todos forma parte de la diversión. Como en cualquier juego de Pokémon, puedes formar tu propio equipo, haciendo que sea lo más equilibrado posible (o que se adapte a tus gustos y estilo de juego). Incluso puedes crear modificaciones genéticas de una misma especie, para que te hagas una idea del potencial.
Todo esto lo recordaba, pero al redescubrirlo doy incluso más valor a todo lo bueno que hizo este Monster Hunter. Y a este respecto tengo que decir que el remaster ayuda a verlo todo como se merece. El juego se lanzó originalmente en Nintendo 3DS, una máquina con bastantes limitaciones, así que aunque el trabajo de remasterización no sea el mejor que haya visto, se han mejorado muchas cosas, desde los modelados, pasando por el texturizado, la iluminación y sobre todo la resolución. Para mí, que lo jugué originalmente en la portátil de Nintendo, haberlo redescubierto así y con tanta fluidez de animaciones es una gozada.
También se han incluido voces tanto en inglés como en japonés (subtítulos en español), se añade un modo museo con ilustraciones oficiales y aparte tenemos de partida las actualizaciones del juego que fueron exclusivas de Japón. Tal vez se me hace algo escasas las novedades en este momento, pero teniendo en cuenta que es un juego de unas 40 horas de duración, tal vez no sea algo que eche en falta. Ya os diré cuando lleve más horas y compruebe si todo va tan bien como ahora.
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