Desde siempre se ha creído que los osos panda son animales solitarios que, una vez llegan a la edad adulta, abandonan el núcleo familiar y viven por su cuenta. Sin embargo, un nuevo estudio de la Universidad de Michigan sugiere que, aunque sí es cierto que hay épocas en las que se separan del grupo para ir por libre, en realidad siguen manteniendo el contacto a través de una particular red social. El Facebook de los osos panda es la caca.
Pese a su apariencia amigable achuchable gracias a esos cuerpos rollizos y brazos cortitos, los osos panda pueden ser un animal igual de peligroso que cualquier otro, lo que sumado al escaso número de especímenes que queda, su tendencia a una vida social aislada, y el vivir en zonas selváticas con mucha vegetación y apartadas de la civilización, ha hecho difícil mantener un seguimiento exhaustivo de cómo viven estos animales en un entorno salvaje.
De la mano de este estudio publicado en Ursus, descubrieron que una práctica común de la especie era marcar árboles con olor gracias a sus heces. Como mantener una monitorización exhaustiva de todos los árboles que marcan, especialmente en un animal capaz de defecar hasta 90 veces al día, y por lo difícil que resultaría hacerlo propio con grabaciones que aseguren en qué momento otro miembro de la especie se acerca olisquear, la solución más factible resultó ser el analizar el ADN de sus deposiciones para encontrar la respuesta a esa práctica.
Las cacas de oso panda como forma de comunicación
A diferencia de lo que ocurre con otros animales como los perros, que utilizan prácticas similares para marcar su territorio o saber por dónde han pasado otros animales, el análisis de las heces de los osos panda demostró que en realidad se trataban de miembros de una misma familia que, pese convivir normalmente en grupos grandes, cuando llegaba la época de apareamiento se alejaban del resto para vivir en solitario.
Como forma de comunicación, dejaban estas marcas de olor para que el resto supiera reconocer si por allí había pasado un macho o una hembra, el tamaño y escala del animal a nivel social, y si estaban o no en celo para poder seguir el rastro.
Como si se tratara de una pandilla adolescente, estas marcas de olor permiten mantener el contacto y hacer saber al resto del grupo quién las ha dejado, si se encuentra en buen estado y, por descontado, si busca rollo o no. A grandes rasgos, lo que Facebook fue para muchas personas durante un buen puñado de años, pero con un toque bastante más escatológico.
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