A estas alturas, todos sabemos ya que algo no marcha bien dentro de Patriota. El "villano" de The Boys lo lleva demostrando desde el primer minuto de serie hace ya seis años, y el cuarto episodio de la segunda temporada de la ficción de Prime Video nos ha permitido saber un poco más el origen de mucho de sus problemas... dejándonos por el camino el que es, posiblemente, el momento más cruel y sangriento de este personaje en los 28 capítulos que llevamos de show.
Aviso de spoilers. Este tema profundiza en el episodio 4x04 de The Boys
Después de un comienzo relativamente tranquilo para lo que viene siendo The Boys, este cuarto capítulo mostró a Patriota (Homelander en inglés) de vuelta hasta el laboratorio de Vought donde fue criado y entrenado para ser lo que es hoy. Todo empezó de forma similar al que va de vuelta a su colegio para ver qué tal le van a sus profesores, pero pronto entendemos que esta visita no va a ser nada tranquila. John tenía cuentas pendientes y, por supuesto, las cobrará.
El episodio nos permite conocer un poco los traumas del personaje, incluida esa necesidad imperiosa de aceptación y cariño que tiene Patriota, pero todo mientras nos muestra al personaje mandando incinerar vivo a un científico, obligando a masturbarse en público a otro hasta mutilar sus genitales y, para acabar, dejando a otra sola en una "sala perversa" donde las paredes han sido pintadas con las vísceras y sangre de sus compañeros de trabajo.
Con todo este percal, cualquiera podría pensar que a Antony Starr, su actor, le habría resultado bastante duro grabarlo. Nada más lejos de la realidad.
"En realidad, fue muy divertido. Por muy oscuro y jodido que parezca ahora, esa fue probablemente una de las secuencias más divertidas que he tenido en la serie. Me divertí muchísimo haciéndolo. No puede ser lo suficientemente extraño u oscuro para mí y eso me encanta. Podemos hacer cosas en pantalla que nunca podrías hacer en la vida real y eso es simplemente un placer".
Estas declaraciones fueron recogidas por Variety. En ellas, la estrella de The Boys explica que inicialmente el momento iba a ser algo distinto, pero que buscó con Eric Kripke, showrunner del programa, cambiarla para tener más libertad:
"Originalmente, estaban escritos de forma muy concreta. No había mucho espacio para moverme allí. (...) Quería que esas escenas fueran muy conflictivas. Por un lado, había una cierta sensación de nostalgia y un poco de melancolía y un trauma increíble, pero también una mezcla completa de cosas distintas. No sabía cuándo, dónde ni cómo, así que creamos una plantilla que podíamos utilizar en esos días, y en ese entorno, y ver qué pasaba".
El resultado ha sido sensacional para el tono de la serie, haciendo que los espectadores ya sitúen este capítulo como uno de los mejores de The Boys después de unos tres primeros episodios que no cosecharon tanto cariño. Además, más allá de los momentos de crueldad narrados en este episodio, el guion nos permite conocer mucho más de por qué Homelander hace lo que hace. En unas horas tendrás disponible para otro capítulo en Prime Video.
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