Una de las polémicas que han rodeado a los juegos de FromSoftware a lo largo de la última década ha sido la ausencia de un botón de pausa que congele la acción cuando nos urge algo al otro lado de la pantalla. ¿Llaman al timbre mientras estás a punto de derrotar un jefe? Mala suerte, toca dejarse matar. Afortunadamente, esa historia no se repite con Armored Core VI: Fires of Rubicon, de modo que si presionas el botón del menú o la tecla Esc en mitad de la partida, se pondrá en pausa como ocurre con prácticamente el resto de títulos en tu colección.
Es importante anotar que, aunque AC6 tiene modalidades PvP —que lógicamente no te permitirán pausar— su bloque de contenidos principal es la campaña, y esta está diseñada con un solo jugador en mente. Tal vez sea esta la razón por la que sus responsables han habilitado esta funcionalidad: pasó lo mismo en el 2019 con Sekiro, y luego volvió a desaparecer con Elden Ring, donde el mundo se compartía con otros jugadores (buenos o malos) si jugabas en línea.
La versión de PC ya no está limitada a 60fps
Dicho sea de paso, FromSoftware demuestra interés por romper un poco sus propios esquemas con Armored Core 6. Por ejemplo, la versión de PC ya no está limitada a 60 FPS como ocurría con básicamente todos los juegos anteriores del estudio; y tampoco se corta a la hora de acoger un secreto de la jugabilidad como parte del mapa de controles que todo el mundo puede ver en cualquier momento desde el menú principal (que también se acoge en el botón de pausa, claro).
Armored Core 6: Fires of Rubicon se lanza el 25 de agosto en PC y consolas de la generación actual y la anterior. Es, a todas luces, un reboot espiritual de la franquicia; con ánimos de acercarla a los estándares de la industria y especialmente a un público que no conocía al desarrollador antes de la era de Dark Souls. Nos llevará hasta el planeta Rubicon-3 para explorar la historia de una valiosa sustancia llamada Coral, que se disputan varias megacorporaciones.
En 3DJuegos | He pasado 4 horas jugando a Armored Core 6. Si Dark Souls te puso en tensión, prepárate para infartar
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