Lo de los videojuegos de El Señor de los Anillos es para hacérselo mirar. Quitando Star Wars y Marvel, pocas IP son tan jugosas y a la vez están siendo tan desaprovechadas. Sé que es un follón el asunto de las licencias del universo de Tolkien. En resumen, hay un problema legal que involucra a Middle Earth Enterprises, que tiene los derechos de la obra del escritor inglés, a Warner, quien controla los derechos de explotación de las películas de Peter Jackson y a Tolkien Estate, una organización que controla los derechos de edición de sus obras. Un enorme quebradero de cabeza que, cada vez que se anuncia una nueva adaptación, nos tiene locos a los fans, intentando comprender qué se puede hacer y qué no.
En lo que respecta al universo de los videojuegos, la parte más jugosa del pastel la tiene el conglomerado sueco Embracer Group, ya que en agosto de 2022 adquirió Middle Earth Enterprises, de modo que se garantizaron los derechos para adaptar los libros de Tolkien, el Hobbit incluido. Aun así, está siendo un caso para estudiarse; más allá de quién ejerza la potestad de los derechos, más allá de a quién se cedan en unos términos u otros, la realidad es que la calidad media de las obras publicadas en los últimos tiempos es bastante cuestionable. Sí, El Señor de los Anillos: Gollum te estoy mirando a ti; y también a las diversas adaptaciones móviles. Es cierto que el mercado móvil, sobre todo en Asia, es muy jugoso, pero siempre siento una terrible pena cuando veo que un nuevo juego de la franquicia se va a lanzar para teléfonos inteligentes. No tendría nada en contra, de veras, si no fuesen juegos creados para sacar los cuartos a los jugadores más impacientes que caen en las garras de las versiones freemium. En fin, esto es una lucha personal, que nada tiene que ver con el motivo de este artículo.
Como es obvio, hay excepciones. En los últimos tiempos, hemos podido disfrutar de un buen puñado de juegos interesantes; sin embargo, me apena ver cómo con el paso de los años el interés por la franquicia ha ido decayendo. Es cierto que los fans más acérrimos no perdemos la esperanza jamás. Como si fuésemos Smeagol nos debatimos entre dos aguas; por un lado, esperamos el renacer de alguno de los títulos clásicos, o incluso el remake de obras que nos marcaron en nuestra adolescencia, como los juegos de las Dos Torres o el Retorno del Rey y, por otro lado, miramos al horizonte emocionados, esperando ver el fuego en las Almenaras de Gondor, avisándonos del desarrollo de un nuevo videojuego.
Y de esto vengo a hablaros hoy, de la emoción que se ha despertado en mí al descubrir que Weta Workshop, la empresa de efectos especiales detrás de las películas de El Señor de los Anillos y el publisher Private Division están trabajando en el videojuego Tales of the Shire.
"Si muchos de nosotros le diéramos más valor a la comida, la alegría y las canciones por encima del oro atesorado, este sería un mundo más feliz"
Tales of the Shire es una refrescante propuesta que quiere ponernos en los pies peludos de un Hobbit mientras vive su apacible vida en la Comarca. No sé, pero creo que no hay nada más emocionante en la distancia. Sí, ya sé lo que estás pensando. Hobbit y emocionante, no son palabras que van precisamente de la mano, si obviamos al extravagante señor Bolsón y a su sobrino Frodo, siempre con ideas locas en la cabeza. Ahora en serio, ya está bien de ser siempre el héroe que salve el día, el valiente montaraz, el apuesto elfo del Bosque Negro o el sabio mago; ¿por qué no vamos a poder reivindicar la vida tranquila, sin pretensiones de un Hobbit?
Pienso en la premisa del juego y me sorprende que no se le hubiese ocurrido antes a nadie más. Es cierto que no tenemos mucha información del juego, más allá de un escueto teaser tráiler publicado en sus redes sociales, donde podemos apreciar el estilo artístico que lucirá, a caballo entre la acuarela y Breath of the Wild. Conociendo el trabajo realizado por Weta con los efectos especiales mecánicos, podemos apostar por un trabajo mimado y artesanal.
De todos modos, aquí no hemos venido a alabar su apartado gráfico, que está por ver. Hemos venido a emocionarnos ante la posibilidad de holgazanear como un Hobbit, fumando su pipa, admirando el atardecer. Lo poco que sabemos de Tales of the Shire es que es un "cozy game", ya sabes, esos videojuegos acogedores y tranquilos que nos proponen cocinar, decorar nuestra casa, tener nuestro huerto o granja, hacer amigos; explorar los alrededores… todo ello con un ritmo muy pausado y agradable. Seguro que te vienen varios títulos a la cabeza, como Animal Crossing o Stardew Valley.
"Incluso la persona más pequeña puede cambiar el rumbo del futuro"
Y, es imaginarme que Tales of the Shire pueda parecerse al juego de Eric Barone, y empiezo a salivar como un Tuk pensando en el segundo desayuno. La Comarca se presta como un escenario ideal para este tipo de propuestas desenfadadas, aunque adictivas como pocas. Mi Steam Deck todavía tiembla cada vez que la cojo. Como todavía no sabemos bien qué esperar, aunque nos han prometido anuncios pronto, quiero compartir contigo algunas cosas que deberían dejarnos hacer en el juego para que este se convierta en el Stardew Valley de Hobbits definitivo.
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1. Libertad total para crear y decorar nuestro agujero Hobbit. Se puede dar por supuesto; en este tipo de propuestas el hogar es uno de los puntos centrales de la experiencia y mucho me sorprendería que no pudiésemos enredar con las galerías del agujero, su distribución y, por supuesto, decoración. Con utensilios, menaje, zonas secretas y extra desbloqueables consiguiendo algún logro concreto durante el juego.
2. La Comarca es una región de la Tierra Media bastante extensa, dividida en cuatro Cuadernas (la del Norte, Sur, Este y Oeste). Sé que, a lo mejor, es muy ambicioso esperar que podamos movernos con cierta libertad por entre ellas, sin embargo, qué duda cabe de que sería un sueño para los fans de la serie. Movernos de Hobbiton, en la Cuaderna del Oeste, a otros pueblos de la región como Delagua o Cavada Grande sería ideal; le permitiría al juego crear diferentes entornos, ofrecernos encargos diversos en esos lugares, descubrir secretos y localizaciones misteriosas como cuevas, bosques o lugares abandonados, crear relaciones y amistades exclusivas con sus habitantes, recibir sus visitas en nuestra casa… Ya ni me imagino el goce de poder cruzar el arroyo El Agua o el Brandivino. Por soñar, ojalá tener la posibilidad, de alguna manera, de adentrarnos en las tierras de Bree, visitar su aldea y tomarnos una cerveza caliente servida por el propio Cebadilla Mantecona en el Póney Pisador.
3. En este tipo de juegos, el componente social es clave, y los Hobbits son seres muy sociables y amantes de una buena fiesta. Poder interactuar con nuestros vecinos, estrechar lazos y quién sabe si tener una relación romántica se me antoja como demasiado fundamental. Y, claro, sería genial poder celebrar fiestas por todo lo grande, desde las clásicas estacionales, hasta tu cumpleaños o alguna efeméride de la Tierra Media. Y oye, no lo sabemos, a lo mejor nos termina visitando un mago ermitaño, amante de los fuegos artificiales y de la hierba para pipa Hobbit.
Yo con estos tres puntos me sentiría más que satisfecho. Podríamos pensar en alguna mecánica de combate, sencilla, contra pequeñas criaturas, aunque, siendo sincero, creo que un título así no la necesitaría. Aquí hemos venido por la paz y la tranquilidad.
Ahora es tu turno, ¿qué le pedirías a Tales of the Shire para convertirse en el simulador Hobbit definitivo?
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