Dragon's Dogma 2 es Capcom en estado puro. Sí, sé que suena a cliché, pero es completamente cierto. Como el primer juego, nadie, ninguna otra compañía en su sano juicio, se atrevería a hacer un RPG así. Tanto para lo bueno como para lo malo. He podido probar una hora de juego y todas las sensaciones del primer título, que ahora es prácticamente una obra de culto, han aflorado pero de forma potenciada. Te sentirás como en casa porque todo se mantiene. El sistema de peones. El sistema de clases, tan diferenciadas entre sí. El esquema de control con muchas habilidades únicas y también la posibilidad de agarrarse a las grandes criaturas mitológicas que pueblan este mundo.
Pero es este mundo quizá el que en este primer vistazo he notado más distinto. Gransys estaba bien, pero le faltaba algo de cohesión como mundo abierto, sin ser además demasiado denso. Este nuevo mapa se nota poblado, con grandes cambios en su orografía, con mucha verticalidad incluso y lleno de secretos que te seducen para salirse del camino principal.
Tengo que reconocer que cuando vi el tráiler por primera vez de Dragon's Dogma 2 me emocioné, pero también me dio la sensación de que Capcom estaba haciendo algo tan parecido al original que casi parecía un remake. Creo que esa ha sido su filosofía, cambiar lo necesario, como el mapa, los eventos, las misiones; pero mantener esa esencia del original intacta que realmente funcionaba. Y es que no estábamos acostumbrados a ver un RPG, ni siquiera de acción, que tuviera un combate tan evolucionado, casi digno de un hack and slash, donde importaba más las sensaciones al mando que los parámetros de fuerza, defensa, etcétera, típicos de un RPG.
Toda esa esencia, por tanto, se mantiene, incluso con el caos que a veces se genera entre enemigos y aliados y tu personaje siendo demasiado rápido, sobre todo con la clase de ladrón, que es realmente caótica por su velocidad. He echado de menos a veces incluso un botón de encarar para poder apuntar mejor a mis objetivos, pero nada como subirse a un cíclope de nuevo para volver a esa dinámica que hace este juego tan divertido. Pero sí, son sensaciones familiares. Capcom ha respetado tanto la experiencia original que hasta la forma de curarnos, manejar el peso y los ítem de nuestro equipo es muy similar... y hasta tenemos ese sistema de energía tan polémico en el que, al correr unos metros, nos cansamos. Es un poco más permisivo, pero no mucho.
Visualmente, el juego se comporta bastante bien, aunque la versión que he probado iba a 30 frames por segundo y la sensación que me ha dado es que vale, sí, es un mundo abierto, pero no es técnicamente tan ambicioso como para no tener un modo rendimiento bastante bien implementado. El primer Dragon's Dogma era un juego ambicioso que en 2012 exprimía el MT Framework hasta el punto de tener que renderizarse con unas pequeñas bandas porque PlayStation 3 y Xbox 360 no daban para más. Su segunda parte sorprende menos y aun así sabe cómo sorprender al jugador en momentos puntuales como al cruzar frondosos bosques, ver la gran capital en la lejanía o luchar contra grandes criaturas.
La experiencia ha sido corta, no os voy a engañar. Dragon's Dogma 2 es un juego que necesita de muchas horas para poder sacar buenas conclusiones, pero este primer acercamiento me sirve para constatar lo que ya intuía: que es muy heredero de esa primera parte a la que busca imitar, pero también mejorar. Que va a ser más divertido explorar este mundo abierto mucho más complejo, pero todos los elementos del original están presentes. Así que sí, puedes esperar una noche completamente cerrada en la que no veas nada si te pilla en mitad de un viaje o en mitad de una mazmorra si no vas correctamente preparado. El sistema de peones también parece mejorado, y ahora las piedras de invocación aparecen en más lugares y de una forma más cohesionada y sin cargas. Además se han equilibrado mucho sus habilidades para que, dependiendo de la clase que seas tengas que contrarrestar tus vulnerabilidades con sus fortalezas. El mejor ejemplo son las arpías, que sin un arquero convierten a un enemigo básico en algo insufrible por lo difícil que es alcanzarlas.
Como solo he podido jugar apenas una hora, tengo mucho por ver aún. Por supuesto de la historia, que lo poco que he presenciado poseerá un planteamiento similar al primer juego, pero me interesa más saber cómo se han gestionado las clases y si ese sistema de clases mixtas que incorporó la expansión de Dark Arisen se ha añadido bien aquí. De momento, ya he visto que la clase principal no va a ser una decisión crucial, pues vas a poder cambiarla siempre que quieras por un módico precio, así que siéntete libre de experimentar con todas.
Con todo esto, de este primer adelanto me he llevado a casa la reflexión de cuánto me importa que Dragon's Dogma 2 sea lo que llamamos "el mismo juego 2", y la verdad es que en este caso creo que me importa poco. El primer juego, aunque se dio a conocer más gracias a las remasterizaciones (y a que está tirado de precio siempre) no ha sido descubierto por tanta gente y esta segunda parte, sin embargo, va a ayudar mucho a enmendar eso. Porque Dragon's Dogma se merece que más gente lo conozca y entienda por qué muchos nos emocionamos tanto con su regreso. Es un diamante en bruto, valiente como un dragón, que se atreve a hacer cosas que pocos se atreverían a hacer en un RPG. Por eso decía al principio "en estado puro", porque algo así, solo podría firmarlo Capcom.
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