He de reconocer que acudí a este Nintendo Direct con una idea bastante hecha de que el gran anuncio sería un Super Mario en 3D. No era de locos pensarlo. Si recordáis, en la era de Wii se lanzaron dos entregas de Super Mario Galaxy en la misma consola, y viendo las excelentes cifras que está obteniendo Nintendo Switch, esperaba que recibiéramos -por ejemplo- una secuela de Super Mario Oddysey. No era descabellado haberlo pensado, porque seguro que tú también lo habías hecho, ¡y es que ya han pasado casi seis años desde el juego original!
Pero no, otra vez Nintendo se ha salido por la tangente y nos ha sorprendido con un Super Mario en 2D. No pasa nada. Suelen ser entregas muy divertidas, especialmente si quieres jugarlas en compañía gracias a su potente multijugador. Si habéis probado juegos del estilo de New Super Mario Bros. U Deluxe ya sabéis de lo que hablo. No son títulos que se preocupen demasiado en revolucionar la fórmula, y de un tiempo a esta parte las novedades han sido más bien justitas. Ahora bien, tras ver la próxima entrega, Super Mario Bros. Wonder, esa creencia se me ha venido un poco abajo.
Los Mario 2D también pueden revolucionar
Después de todo, parece mentira que haya llegado a la conclusión de que las entregas de Super Mario en 2D sean poco revolucionarias (o menores). Y es que la saga Super Mario nació con los escenarios bidimensionales bajo el brazo, poniendo de moda un género y sorprendiéndonos entrega tras entrega. Primero con un Mario que volaba (Super Mario Bros. 3), luego con la introducción de Yoshi (Super Mario World), más tarde con un apartado artístico jamás visto en un videojuego (Yoshi's Island) y no hace mucho tuvimos un editor de niveles de excelente calidad (Super Mario Maker).
Lo sé, pesa mucho lo que logró Super Mario 64 en su momento, pero ha sido ver SMB Wonder y olvidarme de todo. Es más, lo primero que pensé al ver sus primeros segundos de gameplay es que si había algo con lo que se pudiese revolucionar el género de las plataformas 2D era con algo así. No hace que te diga el salto gráfico y artístico experimentado con respecto a las más recientes entregas (se ve a simple vista), pero es que en lo jugable también hay muchas cosas importantes que contar.
Empezaré por lo que más me fascina, y que es dinámica central de la experiencia plataformera: las Flores Maravilla. Al recogerlas, parece que el escenario se transforma por completo, proponiendo una renovada jugabilidad. En el tráiler se puede observar cómo unas tuberías cobran vida y comienzan a moverse, o cómo Mario alarga su cuerpo al mismo tiempo que lo hacen unos árboles del fondo… También hay una estampida, hipopótamos sobre los que saltamos y una sección en que Mario se transforma en una bola de pinchos, arrasando con todo a su paso.
Es una locura, como si Mario y sus amigos se hubiesen metido en el cuento de Alicia en el País de las Maravillas. Los juegos de esta franquicia siempre habían jugado con ideas muy locas, pero esto ya es fantasía sobre fantasía. Para mí es como duplicar la magia del Reino Champiñón que tanto conocemos, algo que en este caso sirve para idear escenarios nunca vistos. No me cabe duda de que es un juego hecho en base a intentar ponerlo todo patas arriba. Que haya enemigos usando patines sobre ruedas o que Mario pueda transformarse en elefante para dar trompazos a los enemigos es solo una parte del espectáculo.
Los juegos de esta franquicia siempre habían jugado con ideas muy locas, pero esto ya es fantasía sobre fantasía
En proyectos como este es cuando se pone de manifiesto ese relevo generacional que tarde o temprano iba a llegar a Nintendo, ya sin Shigeru Miyamoto en primera línea. Los veteranos van dejando su legado para que los más jóvenes vayan proponiendo nuevas ideas. Super Mario Wonder se siente actual, con viñetas con onomatopeyas que inundan la pantalla y un toque cartoon encantador, ¡y eso que los diseños son totalmente tridimensionales! La calidad y detalle de las animaciones no lo había visto en ningún otro juego de Mario, ni siquiera en el más reciente Super Mario Odyssey, y eso habla muy bien del paso adelante que se está dando.
Me queda verlo con mis propios ojos en Nintendo Switch, y por supuesto ponerle las manos encima, pero creo que es completamente normal estar ilusionado con este lanzamiento. Es una renovación profunda dentro de los Mario 2D y marca el camino a seguir correcto: el de evolucionar y proponer cosas nunca vistas. Quien lo hubiese dicho en un género que parecía que no iba a dar más de sí: el de las plataformas clásicas en 2D.
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