Cuando piensas en Turok de inmediato te imaginas luchando a muerte contra dinosaurios en escenarios selváticos, siempre equipado con tu arco y un cuchillo. Luego ya viene la ciencia ficción, los enemigos monstruosos y las armas imposibles. Pero esa primera idea te evoca a un universo y un estilo de juego muy distinto al que presenta Turok 3 cuando te da la bienvenida. Estás en la Tierra, en un escenario ultra genérico luchando contra enemigos tanto o más genéricos sin ese frenetismo y brutalidad propios de la saga. Algo ha cambiado, y la "culpa" no la tiene un cualquiera sino el mismísimo Half Life, que hizo que el equipo de Iguana Entertainment se replantease por completo la acción de Turok en este juego exclusivo de Nintendo 64 que fue, además, uno de los últimos lanzamientos de la consola antes de jubilarse con la llegada de GameCube. Y no es que sea un mal shooter, tampoco es el mejor, pero sí se siente rarísimo. Lejos de la acción vertiginosa de los clásicos DOOM y Quake, Turok 3 se decanta por un estilo más de aventura con muchos menos enemigos en pantalla, un ritmo más pausado, y escenarios que tratan de sentirse especiales… no siempre con éxito.
No voy a negar que me lo he pasado bien masacrando hordas de caníbales, monstruos de otra dimensión, soldados de un futuro cercano y sí, también algún que otro dinosaurio. Poquitos, eso sí; pero ahí están, ¡que esto es Turok! Y sin embargo nunca me ha abandonado la sensación de que este juego no termina de funcionar. Cuanto más quiere parecerse al clásico de Valve peor es la experiencia porque a ver, dónde va a parar una jungla repleta de dinosaurios frente a una ciudad tremendamente genérica en la que incluso los "sustos" o momentos impactantes parecen sacados directamente de Half Life. El arranque de Turok 3 es muy desconcertante y no solo porque te sientas extraño fuera de la Tierra Perdida; es que los tiroteos también son más lentos y están mucho más espaciados entre sí, sin que ello repercuta en el grado de desafío del combate. Un par de disparos bien dados y el monstruo de turno morirá de forma violenta sin mayores complicaciones. Algo falla.
El Turok menos Turok
Si te quedaras solo con estos primeros minutos de acción la experiencia sería terrible, pero las sensaciones mejoran a medida que te adentras más y más en esos escenarios más primitivos -y también futuristas- propios de Turok. Me ha faltado la vertiginosa velocidad de los primeros juegos de la serie; ese brutal frenetismo que no te daba ni un segundo de respiro, pero me gusta la verticalidad de muchos de los escenarios y algunos de los rompecabezas a los que te enfrenta, a veces incluso en forma de combate contra un monstruo gigante. Este diseño de niveles no es nada del otro mundo y ciertamente los mapas se sienten en general vacíos, pero hay cierto encanto en la exploración contenida que propone Turok 3 gracias en parte también a una de las novedades de este shooter: sus dos protagonistas, con los que vivirás una aventura ligeramente distinta.
Danielle apuesta por un combate más directo y tiene en su poder un gancho con el que alcanzar zonas elevadas… cuando le dejan, porque es algo limitado; mientras que su hermano Joseph, al ser más pequeño, se decanta por el sigilo gracias a su "habilidad" para colarse por agujeros, explorando así los niveles de un modo distinto. Por supuesto hay secretos y botín con mejoras de salud, así que explorar tiene recompensa, pero como digo, en su afán por parecerse a juegos como Half Life, Turok 3 pierde parte de su esencia sin obtener apenas ningún beneficio a cambio. Pierde su identidad para transformarse en un shooter bastante normal, con algún momento destacable, pero sin la fuerza suficiente como para perdurar en tu memoria. Si lo hizo en su momento fue por su espectacular apartado técnico que lo convirtió en uno de los videojuegos más potentes de Nintendo 64, haciendo uso incluso del Expansion Pack para mejorar sus texturas y efectos a costa eso sí de un rendimiento bastante irregular. Algo que obviamente esta remasterización soluciona, demostrando una vez más el gran talento que hay en Night Dive Studios.
Cuanto más quiere parecerse a Half Life peor es la experiencia
Los también autores del fantástico System Shock Remake han hecho ingeniería inversa para recuperar el código original del juego de N64, mejorando a mano las texturas y hasta la iluminación. Usando su tecnología KEX han trasladado píxel a píxel la acción de Turok 3 aplicando mejoras en el modelado de personajes y animaciones, pero conservando ese estilo tan propio de los shooters 3D de la época. Y está tan bien hecho que perfectamente podría ser una remasterización de un juego de PC, cuando insisto, todo el trabajo se ha hecho partiendo del original de Nintendo 64. En la versión de PC puedes configurar los gráficos trasteando con el antialiasing, el desenfoque, la profundidad de campo o hasta cambiar el FOV. Incluso se ha añadido un ajuste de emulación CRT para los más puristas. Lástima que el sonido no haya recibido un lavado de cara tan bueno, pues las voces siguen teniendo ese punto "enlatado" que era habitual en la consola de 64 bits de Nintendo.
Al margen de los aspectos puramente técnicos, esta remasterización de Turok 3 añade contenidos descartados y cuenta además con otras mejoras de calidad de vida como una mejor distribución de la salud, munición y armas. Arsenal que por cierto incluye armas disparatadas como es propio en la saga, incluyendo un insecto vampiro que drena la vida de los enemigos (¡los deja secos!), o el mítico taladro cerebral. Como curiosidad, dependiendo del personaje que elijas, hay diferencias en el equipo aunque estas son mínimas. El lanzagranadas, por ejemplo, se convierte en un lanzacohetes cuando lo mejoras con Danielle, mientras que Joseph consigue un cañón de granadas adhesivas cargadas de napalm. Nada determinante pero que tal vez te anime a echarte una nueva partida una vez completes la historia; que puede que lo hagas, ya que Turok 3 es un juego cortito, de unas tres-cuatro horas de duración.
Me ha faltado la vertiginosa velocidad de los primeros Turok
De este viaje tan irregular con niveles muy pobres y otros que no están nada mal, me quedo especialmente con las batallas contra jefes, pues plantean retos de lo más interesantes que te obligan a observar el escenario para asestar el golpe de gracia al monstruo de turno. Por todo lo demás, es una pena que Turok 3 perdiera su esencia para tratar de imitar a otros que hoy en día siguen siendo leyenda. Apenas hay dinosaurios, sus escenarios son en general bastante discretos, y tampoco es que los tiroteos destaquen sobre la media. Y sin embargo es un juego que se disfruta porque incluso con sus flaquezas, el juego sigue teniendo ese punto de locura sin sentido que tanto gusta de Turok.
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