La saga Alien, desde su inicio en 1979 con la obra maestra de Ridley Scott, ha sido una de las piedras angulares del género de ciencia ficción y terror en el cine. Sin embargo, no todas sus entregas cinematográficas han sido recibidas con el mismo entusiasmo. Alien 3, dirigida por David Fincher en 1992, se considera a menudo la oveja negra de la saga. Tal vez no sea la peor, es debatible, pero a pesar de su atmósfera opresiva y su audaz narrativa, muchos fans la consideran la peor de las primeras tres películas. Sin embargo, esta tercera entrega de la saga cinematográfica tuvo una adaptación en videojuegos para consolas de 16 bits que sorprendió a muchos por su calidad y jugabilidad. En particular, las versiones para Super Nintendo (SNES) y Mega Drive son recordadas como pequeñas joyas de esa era dorada de la industria. Vamos con una historieta de abuelo.
Un viaje a través de Fiorina 161
Recuerdo con particular cariño la versión de Alien 3 para Super Nintendo. Era uno de mis juegos preferidos del Cerebro de la Bestia, y no es para menos. Los sprites eran increíblemente detallados y estaban animados con una fluidez asombrosa. Para la época, claro está. Los escenarios eran tan impresionantes que te dejaban con los ojos como platos. En comparación con la película, que no me hacía mucho tilín (especialmente comparada con el Aliens: El regreso de Cameron), el videojuego era una propuesta de acción magnífica.
La versión para Super Nintendo fue desarrollada por Probe Entertainment Limited y publicada por LJN en 1993, llegando a Europa en septiembre del mismo año. Este juego de acción de scroll horizontal nos ponía en la piel de la teniente Ripley, quien debía avanzar por los oscuros y peligrosos pasillos de la prisión espacial Fiorina 161. A diferencia de la versión de Mega Drive, los niveles en SNES eran más amplios y ofrecían una variedad de misiones que iban más allá del simple rescate de prisioneros. Teníamos que conectar terminales de ordenador y completar otras misiones variadas, lo que añadía una capa adicional de complejidad y profundidad al juego. Y se veía mucho mejor.
Ya sabéis que yo no soy un gran fan de los juegos especialmente difíciles, pero al Alien 3 de SNES le entré muy duro. El juego contaba con un total de cinco fases, que aunque pudieran parecer pocas, eran sorprendentemente largas. Afortunadamente, el juego incluía un sistema de passwords que permitía retomar la partida desde la última fase completada, lo cual era un alivio para los jugadores. ¿Guardado automático, eso qué es eso? Los ítems, como munición, armas y objetos para rellenar la barra de salud, eran imprescindibles para avanzar en el juego. Entre las armas disponibles estaban el lanzallamas, el lanza-granadas y una especie de ametralladora, siendo mi favorita, sin duda, el lanzallamas.
La versión de Alien 3 para Mega Drive también fue desarrollada por el mencionado equipo de Probe Software y publicada por Acclaim Entertainment. Aunque esta versión salió un año antes que la de SNES, sí que empezó a dejar patente la diferencia de potencia entre las dos consolas. Aunque el juego en Mega Drive era ágil y ofrecía una jugabilidad rápida y trepidante, y era un juego estupendo, no llegaba al nivel deslumbrante de la versión para Super Nintendo.
Toques metroidvanescos
Algo que siempre me fascinó del juego de SNES fue su toque "metroidvanesco". La exploración y el retorno a áreas anteriores para completar objetivos añadían una profundidad muy común en los juegos de acción de la época. Alberto Moral, siempre atento a los títulos veteranos, me hizo reflexionar sobre este aspecto.
Recuerdo que la del 3 en SNES al menos hacía que la pantalla avanzara con suficiente antelación respecto a Ripley para que los bichos no te hicieran un ''surprise madafakka''. Al ser uno de los juegos de a IP de Alien, muchos esperábamos algo en la línea de Contra o Super Probotector, pero era un juego excesivamente laberíntico y centrado en una exploración algo más tosca, cuando lo suyo sería haber hecho algo más arcade en la línea con Aliens el regreso, pero claro, Alien 3 hasta la llegada de resurrection y ya no digamos las nuevas de Ridly Scott estaba considerada la peor de todas, y no había mucho que rascar de la cinta para adaptarlo a un juego
Y tenía razón, la expectativa inicial era de un juego más directo y arcade, pero lo que obtuvimos fue una experiencia más compleja y atmosférica, y mejor, claro. Ahora, al escribir esto me siento tentado a desempolvar mi vieja consola, buscar una televisión de tubo y revivir esos momentos de tensión y adrenalina. La versión de SNES me gustó tanto que incluso compré la versión para Game Gear, pero, claro, era otro mundo. La versión para la portátil de Sega era más difícil de lo necesario y no recuerdo esa experiencia con tanto cariño. Eso demuestra hasta qué punto estaba comprometido con la licencia y con la propuestas de Alien 3 que se hizo para Super Nintendo, me valían hasta los sustitutivos más ramplones.
Ver 0 comentarios