A Wizards of the Coast le está funcionando ese experimento de «Universes Beyond», una de las subramas de Magic: the Gathering que se centra en colaboraciones con IP de terceros. En agosto, sin ir más lejos, la colección temática de El Señor de los Anillos se convirtió rápidamente en el segundo lanzamiento más exitoso de la historia de MTG —y hablamos de un juego en activo desde 1993. Incluso con los derechos de autor marcando un corte notorio en los ingresos de Hasbro, el potencial de estas colaboraciones es astronómico.
Mientras los veteranos se hacen con pequeños lotes de colección a través de «Secret Lair», los recién llegados o ex-jugadores lo tienen fácil para saltar a la acción directamente con mazos preconstruidos de Commander: un formato de perfil casual que también es el más popular de todos. Quiero decir, ¿a qué fan de Warhammer 40 000 no le gustaría probar su conversión a las cartas? Pues eso.
Combinando cartas originales y Jurassic Park en LCI
Pero qué bien se siente volver a las temáticas originales. Unos días atrás, WotC llevaba a tiendas la colección Lost Caverns of Ixalan ("Las cavernas perdidas de Ixalan" en español) ambientada en el plano homónimo de MTG: un mundo llamado a replicar la cultura maya, así como un bestiario de fantasía tan exquisito como era de esperar. Por ejemplo, yo tuve la suerte de encontrar la carta de arte de Aclazotz, Traición Primigenia en un sobre de edición: puedes admirar la belleza de esta de las cinco deidades del set justo al lado.
Y no se trata solo de la ambientación: LCI introduce un buen puñado de mecánicas interesantes, bien conectadas con los mazos más habituales, al estilo de craft (elaborar) para transformar artefactos en variantes más poderosas usando componentes únicos como materia primaria, o discover (descubrir) que es algo así como cascade (cascada) pero con la opción extra de subir cartas a la mano. Esta última idea se ha convertido en algo así como una bendición para los que estamos acostumbrados a las partidas de Commander de dos horas o más.
El mazo preconstruido Veloci-Ramp-Tors ("Acelerasaurios") se ha convertido en mi favorito de toda la expansión por este mismo motivo. Si juegas verde, seguro que la idea de sacar criaturas al campo de batalla más rápido te suena divertido, refrescante; que es justo la razón por la que creo que WotC está haciendo los deberes en lo que respecta a no dejar de lado su producto estrella en favor de las más lucrativas y amistosas colaboraciones. Dicho esto, es posible que encuentres cartas de Jurassic Park / Jurassic World mientras abres sobres de colección —recuerda que pronto se fusionarán con Draft como sobres de juego— que son una versión insertada de UB, como ocurrió con Transformers el año pasado.
En mi experiencia, y la de todo el mundo que conozco, encontrar estas cartas es muy difícil: básicamente, la única que he visto venía garantizada en un Bundle de regalo. Pero cualquiera de las que encuentres vale la pena, porque se trata de cartones de arte completo (algunas son potenciales comandantes) con mecánicas bastante locas. El Indominus Rex, por ejemplo, tiene el potencial de entrar en la mesa con todas las habilidades evergreen activas al mismo tiempo por cinco de maná. ¿Va a pasar? Probablemente no, pero es emocionante conseguirla.
Añadir cartas de Jurassic Park a mi mazo de dinosaurios se me va de presupuesto, y veo difícil que termine bajando gratis al Indominus Rex algún día. O vendiéndolo por Card Market, que está bien de precio, oiga. Pero el punto de todo esto es que no hace falta: tienes un mazo de Commander (cuatro, en realidad) con mecánicas divertidas por sí mismas y cien por cien viables, con la colaboración de turno como un apetitoso extra que, en el improbable caso de que te toque, te puede poner las cosas patas arriba. Que de eso va el formato en sí, vaya. Así da gusto volver al universo de fantasía tal y como lo conocíamos.
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