Se llama Guillermo Castilla Díaz, pero en internet le conocemos como KastyTP: es, ante todo, del Getafe; aunque en sus ratos libres también es subcampeón del mundo en VGC 2022, que es el formato por excelencia de toda la escena competitiva de Pokémon. Se ha convertido en el primer español en llegar al top 4 del mundial desde KNekro en el 2000, y el que más lejos ha llegado de nuestro país en este ámbito.
Tuve el gusto de conocerle unas semanas atrás, coincidiendo con el lanzamiento de Escarlata y Púrpura. Hablamos acerca de sus inicios en la franquicia, de cómo ha evolucionado esta a través del tiempo e incluso de cómo The Pokémon Company está sirviendo a los intereses de los pros. Después de la charla, también te digo, tengo la sensación de haber conocido a dos chavales distintos: uno te cuenta con ilusión sus momentos más tiernos con una GameBoy entre las manos, y el otro, te reduce una generación entera a sus mecánicas en dobles. Pero ambos son auténticos buenazos.
Antes de poner a los mejores jugadores del mundo entre la espada y la pared, hubo una época —por supuesto— en la que el bueno de Kasty disfrutaba del recorrido PvE como cualquiera de nosotros, simples mortales. "Cuando tenía seis años, me regalaron por Navidad el Pokémon Amarillo", me dice. "Yo estaba en primaria y veía a los otros niños con sus Pokémon y decía ¡yo también quiero esta mi****!" No podría ser de otra manera, en aquella época (Kasty tiene 30 años, haciendo unas cuentas nos trasladamos a poco después de 1998) todos éramos víctimas del fenómeno hazte con todos, de los Tazos de Matutano o de la despedida de Ash y Butterfree en el anime.
Ese tirón social tan fuerte no es un caso único, porque hace no mucho vimos algo parecido con Fortnite; pero el que nos atañe tuvo la particularidad de ocurrir en la era pre-internet donde pocos tenían acceso a un ordenador y cosas como el método para encontrar a Mewtwo o la mazmorra de Silph SA se resolvían mediante boca-oído. "Lo capturé porque el vecino de enfrente, que era unos años mayor que yo, me dijo dónde estaba y me lo pasé con él, si no, no hubiera sabido dónde estaba". Naturalmente, aquella falta absoluta de material audiovisual dio paso a leyendas urbanas como aquella del Mew bajo el camión. Kasty escuchó que había que llevar un Nidoking y un Nidoqueen con Fuerza para moverlo, mientras que a mí me llegó la versión del Nidoking a nivel 100. ¿Eran ciertas? No (en parte). Pero eran divertidas.
El PvP de Pokémon, antes de la revolución online
Curiosamente, Kasty comienza a explorar el competitivo de Pokémon poco después de aquello, durante la aún rudimentaria tercera generación, antes incluso de que el interés por esta faceta explotase con la llegada de la CWF de Nintendo en Pokémon Diamante y Pokémon Perla. "Se jugaba por NetBattle, que era un simulador, y no había prácticamente nada de información [en internet] ni en foros; era un contenido muy especializado que se jugaba todo por ahí". Me lo describe como algo tosco, prehistórico, sin locomoción: un par de dibujos con una barra de vida y un registro del chat describiendo el transcurso del combate. "Como el Showdown, pero muy primitivo", dice.
Dicho sea de paso, Hoenn es la región favorita de nuestro camarada: "a mí me parece que los Pokémon que metieron en esa generación estaban muy bien hilados; Shedinja, Ludicolo, Salamence... tenían unos diseños espectaculares" dice, "y fue cuando yo empecé a competir". Pongámonos en contexto: WCS 2022, VGC Series 12, siete de los 26 equipos del corte final (incluido el de Kasty) llevan a Groudon. Me habla muy bien de las criaturas y mecánicas de aquella generación, pues la alteración del clima protagonizó todo el metajuego de 2011-2013 —weather wars, lo llamaban— y volvieron con fuerza en repetidas ocasiones desde entonces. Claro que hemos crecido mucho desde entonces.
"El principio de todo el competitivo fue la cuarta generación", dice, con razón: fue la que habilitó los combates en línea, junto con la diferenciación entre ataques físicos y especiales. "Estábamos todos en el foro [de Nintendo] deseando de partirnos la cara entre nosotros. Luego los hackearon, y los mandaron a... Perdí el contacto con mucha gente" lamenta Kasty, "pero fue una época de competición pura y dura, porque salió el tema de los chat IRL, estaba Zona Safari que era un foro donde podías combatir". Un humilde servidor era más de PokéParaíso en aquellos momentos, pero también viví la absoluta locura que fue aquello: era algo así como el canal de reclutamiento de WoW, pero dedicado a duelos de 1 vs. 1. Tenías la Nintendo DS delante del ordenador, lista para intercambiar códigos, y los mensajes se perdían en un mar de mensajes en vivo escritos con BBcode.
También fue una época que cambia mucho la manera en la que Kasty interpreta las generaciones de Pokémon, claro: empezó a jugar para ganar.
Los torneos de Pokémon año tras año
"[En la quinta generación] ya no juego con la misma magia que tenía cuando era pequeño" confiesa. "Vamos a lo que vamos, empezamos a ver los Pokémon que pueden ser más viables [...] paso de ser un jugador bueno y conocido en la comunidad a ser uno de los mejores del mundo". Igual suena a declaración atrevida de primeras, pero no miente en lo más mínimo: ganar el nacional de España solo fue el comienzo para labrarse su camino a la leyenda que es hoy. "Por temas de estudios, no le pude dedicar el tiempo para estar al nivel que yo quería [...] Seguía jugando, yendo a torneos, pero no me dedicaba a competir tanto". Me cuenta que tardó mucho en terminar la aventura de Teselia porque quería prepararse para jugar un torneo en el ExpoManga de Barcelona, por ejemplo.
"Esa época de los megas, los movimientos Z... es una locura, un meta muy ofensivo. Pero también tiene la culpa de que la gente asuma que solo se juegan los seis o siete Pokémon de siempre", explica, referenciando una imagen que se hizo viral allá por el 2016: el top 8 de los regionales de Virginia dio la vuelta al mundo entero porque todos los equipos eran idénticos. "Fue [una coincidencia], pero realmente no es así" añade Kasty.
Comenta, además, que aquel año marcó la profesionalización del VGC: "hicieron un salto en el circuito muy bestia, pasaron de clasificar a los top 4 nacionales a hacer un conjunto de torneos nacionales e internacionales y daban puntos por tu posición [...] estaba más volcado en dedicarle tiempo y esfuerzo. Para mí, es uno de los circuitos más completos y divertidos que hay en los videojuegos". Kasty me habla con una pasión más que palpable por la organización de TPCi, por los progresos que está haciendo y los que faltan por hacer en la generación de Escarlata y Púrpura.
Sé que The Pokémon Company escucha los problemas de la gente
"No deberían dejar que se clasifique solo el top 8, sino quien tenga como máximo dos derrotas, porque a menudo ocurre que el octavo pasa con seis victorias y dos derrotas, y el vigésimo tercero también tiene la misma puntuación. ¿Qué diferencia a ambos? Pues la gente con la que han jugado". Un tema de suerte que no tiene nada que ver con cómo de bien se te de, comenta. "Van lentos, pasito a pasito, pero van avanzando" dice, "desde que yo empecé han avanzado muchísimo. Sé que escuchan los problemas de la gente, y ellos tendrán los suyos".
Pokémon Escarlata y Púrpura, hechos para competir
¿Qué ocurre entonces con el futuro inmediato? "Hay muchos Pokémon, habilidades y objetos nuevos claramente enfocados al competitivo; entonces toca 'bucear' que para mí es la parte más bonita". Lo que significa teorizar y poner a prueba estrategias diferentes. "Lo más divertido es descubrir, porque en los primeros torneos nadie sabe lo que funciona, tienes que basarte en tu experiencia y a lo mejor algo que dentro de tres meses es inviable ahora sí se puede jugar". En el momento de grabar la entrevista, antes de que el metajuego estuviese tan asentado como está ahora, Kasty predijo con acierto los éxitos que iban a cosechar criaturas como Grimmsnarl o Amoonguss.
De acuerdo con Pikalytics, a fecha de 20 de diciembre ambos se consideran como parte del top 5 de supports de la novena generación, solo por detrás de Murkrow: tienen una presencia estimada del 21,68% y 17,39% respectivamente. Creo que Kasty tuvo buen ojo en aquel momento —ni siquiera teníamos el PvP online activado aún— para entender que la generación de Escarlata y Púrpura vendría marcada por una agresividad absoluta que solo estos Pokémon contrarrestarían.
Quiero que en febrero no seamos los mismos españoles de siempre
Muchos jugadores arrancaron la temporada con tácticas suicidas tanto en individuales como en dobles, explotando las particularidades de Houndstone o golpeando sus propios Annihilape hasta diez veces en un mismo turno. Es una dinámica distinta, pero los fans se muestran muy satisfechos en los espacios dedicados de Discord o Reddit: no en vano, en unas pocas semanas hemos visto cómo las tablas describían una popularidad muy variada para criaturas debutantes como Maushold, Armarouge, Gholdengo o el dúo Tatsugiri-Dondozo.
"No es de echarme flores, pero creo que he ayudado algo: creo que mi segundo puesto mundial hizo que muchos españoles se interesasen por el competitivo o que lo viviesen con fuerza, aunque les gustase Pokémon pero sin tanto interés por la competición" me comenta Kasty, claramente ilusionado; "que dijeran 'hos*** cómo mola, un español ahí' y que encima eso estuviera unido con un juego basado en España, creo que eso ayudará a que al menos aquí, la actividad del competitivo suba bastante". Ahora, nuestro amigo puede presumir de haber llegado cómodamente a finalista de VR Gamergy con criaturas tan inusuales como son Gallade, Salazzle o Baxcalibur; y expresando su deseo por ver más caras patrias en torneos futuros.
"Lo único que podría decirle a la gente es que le den una oportunidad al competitivo de Pokémon" me dice Kasty al despedirse. "Tiene una barrera de entrada difícil, pero una vez que lo descubres te das cuenta de que si esta franquicia tiene muchas formas de ser disfrutada, el competitivo es otra más". Si tienes interés por jugar, una buena forma de hacerlo es tomando equipos de préstamo en Poképastes o cualquier otro medio gestionado por la comunidad.
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