Muchos usuarios ya se han dado cuenta de una de las virtudes más silenciosas de Zelda: Tears of the Kingdom, y es que la ambiciosa aventura de Nintendo tiene muy pocos bugs (y los que hay ya se han corregido). Es algo que puede sorprender, sobre todo considerando la tremenda ambición en su desarrollo, con la libertad de creación y combinación de elementos como una de sus principales mecánicas. La comunidad ya ha hecho multitud de locuras, convirtiéndose en uno de los principales reclamos de la nueva epopeya de Link.
No eran pocos los que temían que tantas posibilidades podrían acabar rompiendo el juego, y es que si Zelda: Breath of the Wild dejó perplejos a los propios desarrolladores con la imaginación de los jugadores, en este caso dicho efecto se incrementa exponencialmente. Para sorpresa (y también alivio) de todos, lo cierto es que el juego de Nintendo Switch se comporta de forma excepcional, con escasos contratiempos. ¿La razón? Una que resulta sorprendente, aunque tampoco increíble si consideramos lo mucho que se cuida a la saga Zelda.
El retraso de Tears of the Kingdom es uno de sus éxitos
Obviamente, en el éxito de Zelda: TOTK ha influido mucho el hecho de que contara con un periodo de desarrollo tan abultado. Si hacemos caso a las declaraciones oficiales, han estado trabajando en el título cerca de 10 años, porque ya desde Zelda: BOTW surgieron los conceptos originales que darían lugar a este título. Además, siempre hay que considerar el buen hacer de los programadores, que en el caso de Nintendo tienen mucha experiencia y además han contado con una dirección de lujo, encabezada por una persona de la trayectoria de Eiji Aonuma.
Pero es que aparte de todo esto, lo más sorprendente es que el juego… ¡estaba acabado un año antes de su lanzamiento! El propio Aonuma ha declarado de forma reciente en una entrevista con The Washington Post que contaron con tiempo más que suficiente para pulir todas las mecánicas, a pesar de lo complejas que pueden llegar a resultar en un juego de este calibre. Contar con este amplio margen habría permitido al equipo de testeo reportar infinidad de bugs con el fin de optimizar al máximo la experiencia jugable.
La afirmación sorprende, más sabiendo que no hemos tenido pocos títulos que se han lanzado al mercado sin las garantías suficientes. Los ejemplos los conocéis de sobra, siendo algunos especialmente populares, como No Man's Sky o Cyberpunk 2077. No obstante, Nintendo no ha tenido nunca problemas en retrasar la salida de los juegos de Zelda, porque es una de sus sagas más icónicas (y en la actualidad también rentables). Saben que los fans se llevarían una decepción tremenda, y por ello cuidan al máximo cada nueva entrega.
En el caso de Zelda, no es la primera vez que se produce un retraso. Desde el mítico Ocarina of Time, han sido numerosos los títulos que no llegaron en la fecha prevista. The Wind Waker y Twilight Princess retrasaron igualmente casi un año su llegada. Son títulos que requieren una fase de testeo muy exhaustiva, pero que además por su carácter de innovación (y por tanto mayores desafíos desde el punto de vista del diseño) necesitan un mayor esfuerzo. Así lo contaba Eiji Aonuma en una entrevista:
"Cada vez que hacemos un nuevo Zelda, queremos conseguir algo nuevo, y es difícil calcular cuánto tiempo nos va a llevar, así como el momento en que estaremos contentos con el resultado. Como consecuencia, muchas veces el trabajo es mayor del esperado".
Eiji Aonuma, productor de la serie Zelda
El propio Shigeru Miyamoto reconoce que a veces hay problemas adicionales, como que la dirección del desarrollo no está bien definida, o que no se corresponde con la realidad. Sea como fuere, con la saga Zelda no es un problema, puesto que se antepone la calidad final a cualquier otro aspecto. Es comparable a la perspectiva que mantiene Rockstar con los juegos de la saga GTA. Un lanzamiento apresurado podría dar al traste con la buena reputación de la serie, y obviamente tener un impacto en las ventas.
En definitiva, en la casuística de Tears of the Kingdom, se da la circunstancia de que se incorpora una herramienta de creación que afecta a muchos aspectos del juego dentro de un mundo abierto de grandes proporciones. Las posibilidades son inmensas en lo jugable, pero también para que una mecánica no funcione como debiera, rompiendo el juego. No obstante, Nintendo se ha esforzado para lograr que la experiencia de juego sea lo más satisfactoria posible, con críticas y usuarios completamente entregados.
The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom
¿Qué te ha parecido esta decisión? ¿Te ha sorprendido o ya te lo esperabas viniendo de Nintendo y de Zelda en particular? Puede que con el paso del tiempo la gente vaya descubriendo glitches y secretos del juego (como ocurrió con Breath of the Wild), pero nadie quitará a Nintendo el mérito de haber lanzado un producto muy bien terminado y que la gente parece estar disfrutando muchísimo.
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