Seguro que te ha pasado decenas de veces si acudes a menudo a parques de atracciones. Estás tan tranquilo en la cola y, de buenas a primeras, se anuncia por los altavoces que la atracción debe detenerse por una avería y no saben cuándo se restablecerá la normalidad. Un trabajador de Disneyland acaba de desvelar que, en el 90% de los casos, la culpa no es de la atracción, sino de la gente que se sube en ella.
Durante las últimas semanas se ha hablado mucho de Tiana’s Bayout Adventure, la nueva atracción inspirada en la película Tiana y el Sapo que aprovechó la estructura de Splash Mountain en Disneyland para dar forma a la clásica atracción de troncos de agua, esta vez con la princesa de Nueva Orleans como protagonista. No hay que ser muy avispado para entender que parte de la polémica que envuelve a la atracción está más en el racismo que en la experiencia en sí misma, pero este trabajador ha decidido zanjar el asunto callando un par de bocas.
Por qué se estropean las atracciones en Disneyland
Frente a las críticas a los constantes fallos de la atracción, que al parecer obligan a detener toda la maquinaria y escoltar a los visitantes fuera de la misma, el mensaje de un usuario que aseguraba no confiar ni en Disney ni en sus ingenieros y comparaba sus montañas rusas con los recientes problemas de seguridad de Boeing, un antiguo empleado del parque de atracciones salió al paso para soltar varios factos.
Con un mensaje que otros empleados han apoyado a posteriori, expresaba lo siguiente. "A diferencia de ti, yo sí trabajé en los parques y sé algo sobre seguridad y mantenimiento de atracciones. El 90% de las veces, los cierres de una atracción ocurren porque algún visitante ha hecho algo estúpido. El procedimiento estándar es evacuar al completo y reiniciar".
En su hilo de Twitter recoge también que todas las atracciones se testean de noche y antes de abrir por el equipo de operaciones, y si alguno de los requisitos que deben cumplirse no quedan claros, la atracción no abre. Sin embargo, parece que más allá de ser mecanismos que se activan miles de veces al día, e incontables ocasiones al cabo del año, el problema no suele estar en las averías en sí, que también ocurren, sino en los sensores de seguridad que activan los visitantes a menudo al hacer lo que no deben.
En el caso concreto de Tiana’s Bayout Adventure, lo que antes era Splash Mountain, parece ser que la mezcla de sensores y agua ya era un problema desde que se abrió la atracción, así que su mantenimiento suele ser un dolor de muelas para cualquiera que tenga que enfrentarse a él. Si a eso le sumamos gente haciendo el cafre, ya tenemos la mezcla perfecta.
Imagen | Brandi Alexandra
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