Almas en pena sedientas de sangre, un país sometido a una terrible ley marcial, y dos jóvenes atrapados en la escuela durante un tifón. Detention extiende su pesadilla a Nintendo Switch y PS4 donde, al fin, los jugadores de consolas pueden disfrutar de la que es una de las mejores aventuras de terror psicológico de los últimos años gracias, especialmente, a la poderosa narrativa de este videojuego. Te lo contamos en el análisis de Detention.
Perturbador. Tétrico y perturbador. No se me ocurre mejor forma de definir Detention, una aventura de terror psicológico que en la línea del memorable Silent Hill, consigue traspasar las barreras del miedo superficial para ir a donde más duele, directo a tu cabeza, no ya tanto por su lúgubre ambientación, inquietante banda sonora o los terribles espíritus que te atormentan de principio a fin, que por supuesto, sino más bien, por la historia que narra; por ese desolador viaje a los infiernos en el que te embarca. Hay mucho más tras este videojuego de lo que aparenta a simple vista; es algo más que un simple imitador del clásico de Konami pero en 2D, lo que le valió hace justo un año, con su estreno en PC, para convertirse en uno de los grandes del género. Así pues, cuesta no emocionarse ahora que el videojuego se pone a la venta también en PS4 y Nintendo Switch.
Las semejanzas con la saga Silent Hill están ahí, nadie las oculta, pero el videojuego de Red Candle Games posee voz propia, tiene identidad, y sabe en todo momento cómo sorprenderte. Ya lo dije en su momento. Sin ser una de esas aventuras de terror que te hacen pegar saltos en la silla o gritar como loco, Detention tiene la capacidad de meterte el miedo en el cuerpo; consigue inquietar de tal modo que, una y otra vez, te verás echando la vista atrás no sea que alguien amenace tu vida en la vida real. Su terror, aun cuando es visceral y muy gráfico, te afecta de otra manera; te inquieta el alma, te asusta más por lo que cuenta que por lo que ves, por lo que intuyes más que por lo que realmente sabes, y al final, crea tal halo de misterio a su alrededor, es tan retorcidamente siniestro en lo argumental, que es difícil resistirse; ¡te atrapa sin remedio! Y no sin razón. Esta es una aventura de terror de las buenas, de las que dejan impronta, y lo consigue además con cierta originalidad, logrando incluso que te cuestiones si lo que ves en pantalla es real, o tal vez, una alucinación provocada por el estrés al que están sometidos los protagonistas.
No respires
Qué engañosas pueden ser a veces las primeras impresiones. Lo ves y piensas irremediablemente en Silent Hill. "Otro imitador más", te dices a ti mismo; "esto ya lo he visto", continúas repitiéndote una y otra vez… hasta que caes en la cuenta de que no, de que este es un videojuego algo distinto, con otro estilo, más pausado, más sesudo; más cercano a una aventura gráfica tradicional, de las del point & click, que a un survival horror de los de toda la vida. Lo que no significa que vayáis a escapar con facilidad de la negra parca; la muerte es una amenaza real, los espíritus están ahí, sedientos de sangre, siempre en busca de almas que segar. Así que toca escapar de ellos, mediante el sigilo, pero de una forma bastante original. No debéis esconderos, ni correr como locos; al contrario, lo suyo es hacerse pasar por un muerto; caminar entre ellos, sin respirar, para que no noten vuestra presencia. ¡Y es algo que me chifla!
Este es un videojuego algo distinto [a Silent Hill], con otro estilo, más pausado, más sesudo
No sé por qué, pero siempre me ha afectado mucho el terror oriental; es del que me deja con un mal cuerpo terrible, del que cuando llego a casa, me lleva a encender todas las luces y a mirar bajo de la cama. No exagero; soy así de miedoso. Por eso, plantarme frente a un alma en pena que gime, que llora, que emite ruidos de ultratumba grotescos, terribles, sabiendo que no debo moverme, que tengo que quedarme quieto aguantando la respiración… ¡a veces hasta era yo quien no respiraba! Así de tensa puede ser en ocasiones la acción de este videojuego que, dependiendo del espíritu que nos aceche, nos obliga a actuar de una u otra forma. No es que haya una gran variedad de enemigos, no la hay, y ciertamente echo en falta algo más de profundidad jugable, más retos que aprovechen mejor el sigilo; pero no se puede negar que Detention es una obra de lo más efectista. Con poco consigue meter el miedo en el cuerpo, y eso tiene mucho mérito.
Gran parte de culpa la tiene su lúgubre ambientación, sí, pero sobre todo, la historia que cuenta. Protagonizado por dos jóvenes estudiantes que han quedado atrapados en una escuela de la Taiwán de 1960, durante un furibundo tifón, Detention construye un relato emocionante, dramático, que además se ve muy beneficiado por el propio contexto histórico del país, que en aquel entonces, vivía sometido a una terrible ley marcial que acabó con la vida de miles de inocentes. De ello saca oro el equipo de Red Candle Games, mostrando con realismo y crueldad cuán oscura puede ser el alma humana. Hay sorpresas, tensión, diálogos bien escritos y, ¡lo mejor!, puzles que se integran fenomenalmente bien en el propio relato.
Te moverás de un lado para otro en busca de pistas, accionando mecanismos, reparando objetos o usando llaves… pero lo harás sintiendo que todo tiene una lógica, aunque tu misión sea dar con unas varillas de incienso para rendir tributo a un dios. Detention entrelaza la realidad con el misticismo y religión de forma brillante, y eso se deja notar en sus rompecabezas. Los hay además increíblemente originales, surrealistas, pero siempre con una lógica que os llevará a dar con las respuestas de forma intuitiva. Aprecio además lo bien que se gestiona la exploración de los escenarios. Puede que en ocasiones no sepas muy bien qué hacer, a dónde ir, pero en cuestión de segundos, en cuanto des con una pista ¡voilà!, las ideas fluirán con naturalidad y enseguida te pondrás en marcha.
He quedado también muy impresionado con la banda sonora de Detention y, sobre todo, sus efectos de sonido. Tiene una fuerza brutal; ha habido momentos que al escuchar un gemido, ese extraño lamento gutural tan propio del terror asiático, me he detenido en seco, he quedado paralizado, dudando de si seguir o no adelante. Y la música, si bien no es muy variada, consigue algo parecido; de alguna forma te lleva a caminar en constante tensión. Lógico por otro lado. Basta echar un vistazo a las imágenes que acompañan a este análisis para comprobar lo tétrico y deprimente que pueden resultar algunos de los escenarios por los que avanzaremos. Están diseñados además con un gusto exquisito, con gran atención al detalle.
Sus escenarios son tétricos y deprimentes, con unos diseños atentos al detalle
Todo son detalles. Pequeñas referencias, momentos especiales, situaciones de tensión máxima… pero son todos estos detalles los que convierten a Detention en un videojuego tan destacable. La pena es que el tramo final de la aventura, que podremos completar en torno a las cinco horas, se vuelca por completo en la narrativa, es más lineal, y el relato incomprensiblemente pierde algo de fuerza. Además, aunque la historia es fácil de seguir, se echa en falta la traducción al español.
Se inspira en Silent Hill entre otros clásicos del terror psicológico pero Detention es mucho más que un simple imitador. Tiene identidad, te habla con su propia voz, y lo que cuenta es un relato escalofriante, siniestro, que en muchos sentidos te mete el miedo en el cuerpo. Sus puzles son ingeniosos, algunos incluso originales; también el sigilo está bien resuelto, lo de escapar de la muerte enfrentándote cara a cara a ella es genial, pero lo mejor es la historia, su tétrica ambientación y el drama particular al que te enfrenta. Si te gusta el terror oriental no te lo pienses más, este es tu videojuego.
- Una historia con fuerza, bien escrita, que atrapa y genera miedo
- Gran ambientación. En lo artístico, y a nivel sonoro, es un juego fantástico
- Buen diseño de puzles; el sigilo y los espíritus
- El tramo final de la aventura pierde fuerza
- Se echa en falta algo más de complejidad en ciertos desafíos
