No son pocos los Santuario de Zelda: Breath of the Wild que pueden ser exasperantes, pero es más de una ocasión la solución a muchos de ellos es mucho más sencilla de lo que parece. Es el caso del Santuario de Rukkon, y en esta guía del juego de Nintendo os vamos a explicar cómo superar su a primera vista ''obtuso'' desafío para hacernos con el símbolo de valía, y por supuesto con sus tesoros también.
Ubicación del Santuario de Rukkon
El Santuario de Rukkon no está cerca de ningún camino principal de los que debemos recorrer para llegar a los distintos puntos de la trama principal. Sin embargo, si en algún momento volviéramos a la Bestia Divina Van Rutah después de liberarla del esbirro de Ganon, veremos que se encuentra perfectamente a la vista cerca de unas ruinas y que podemos descender planeando hasta el. Cuando estéis frente a él, rodeadlo en el sentido de las agujas del reloj hasta encontrar un camino que sortee los pinchos que lo rodean
Solución al Santuario de Rukkon
Este Santuario recibe el nombre de las cinco llamas, y el para poder acceder al altar que contiene el símbolo de valía tenemos que encenderlas todas. El problema es que sólo una está encendida y no podemos prenderlas con flechas de fuego. Debemos mover el bloque en el que están, usando el dispositivo de control que hay cerca de donde estamos, golpeando los dispositivos para moverlo según en la dirección que apuntan las flechas que hay sobre ellos.
Parece complicado pero en realidad es sencillo. Empezad prendiendo con el pebetero que ya tiene una llama uno de los dos que hay en los extremos de las paredes que no controlamos. Id moviéndolo de forma que ningún pebetero del cubo toque el agua, y que el aspersor que hay en él apague alguna de las que ya hemos encendido. La idea es que cuando tengamos 3 o 4 de las cinco llamas encendidas, giremos el cubo de manera que el aspersor quede en la parte inferior y no pueda apagar nada.
Cuando todas estén encendidas, se abrirá la verja y podremos entrar a coger el Símbolo de Valía.
Dónde están los tesoros del Santuario de Rukkon
Los dos tesoros están en unos estantes de madera que hay en el extremo opuesto del Santuario en el que se encuentra el dispositivo de control del cubo. Con que utilicéis dos flechas de fuego o bomba, se pueden destruir los estantes que los sostienen y abrirlos en cuanto caigan al suelo.
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