Aunque hayamos dicho muchas veces que los Santuarios de Zelda: Breath of the Wild, o sus pruebas heroicas por extensión, no tengan que hacerse en un orden concreto, hay algunas que nos será tan difícil que nos parecerá imposible superarlas por su dificultad si no somos duchos en el combate. Y hay una que prácticamente nos obliga a volver a la ''casilla de salida'' para resolverla, no tanto en el sentido físico de la expresión como en el jugable: la Prueba Salvaje. En esta guía del juego de Nintendo os explicamos cómo superarla.
Prueba Heroica: La Prueba Salvaje
Es difícil no apreciar la enorme isla que hay en la zona más oriental y que linda con la parte marítima de la región de Farone. Incluso sin ir al Cabo Remoto se puede ver desde muchos puntos, y desde luego llama la atención que en el mapa aparezca una gran masa de tierra desconectada del resto de Hyrule.
Pero atención, porque si ponéis un pie en dicha isla, es cuando da comienzo la Prueba Salvaje, la más difícil de todas. Y lo es porque el guardián del Santuario que hay en la isla no tiene ningún reparo al despojarnos de todo lo que llevamos encima superarla. No os molestéis en tratar de guardar la partida manualmente, porque no os dejará el juego. El caso es que lo que nos pide es encontrar tres orbes y colocarlos en tres zócalos para que el Santuario se muestre, y si solo fuera eso, pues no habría tanto drama, pero como ya os hemos dicho, no contaréis con nada: ni armaduras, ni elixires, ni armas; tendréis que buscar esos recursos por la isla. De momento, empecemos por la ubicación de los orbes y los pedestales a los que deben ser llevados.
Accediendo al Santuario de Sarshii
De los tres orbes, dos de ellos están en campamentos custodiados por bokoblins y algún móblin. La ventaja es que al menos conservamos los corazones, la resistencia, y los poderes de los sabios que hayamos obtenido tras liberar a sus bestias divinas. Huelga decir que los de Van Naboris, Van Rutah, y Van Medoh os serán de gran ayuda (área de electrocución, resurrección y protección).
Igualmente, la primera parte de esta prueba debería ser hacer acopio de ramas o armas (hay un hacha en un pantano al norte de la isla) y comida que podemos conseguir en un campamento bokoblin en la playa de Toronbo (en la que os recomiendo que cocinéis lo que encontráis, o preparéis elixires con los insectos y monstruomateriales que sueltan los enemigos de esta zona). Cuando creáis que estáis listos, dirigíos al campamento que está marcado con un punto rojo en la imagen de más arriba.
Es el más sencillo de todos, y es posible superarlo eliminando a los enemigos de noche. Con un poco de suerte, en este campamentos conseguiremos flechas, y las necesitaremos más adelante. También recomiendo limpiar la ruta de enemigos desde donde cogemos el orbe hasta su pedestal en el norte, el cual debemos alcanzar creando unos bloques de hielo (por suerte también conservamos los poderes de la piedra Sheika).
El siguiente orbe es el que está en la parte más al sureste, en la Meseta de Koholit. Si tenéis flechas y os habéis hecho con un arco, mientras sea de noche, acabad con los centinelas y luego realizad ataques furtivos para eliminar al resto de enemigos. Abrid también algunos cofres de la zona y haceros con sus armas, porque en cuanto pongáis el orbe en el pedestal que hay cerca o espera la parte más difícil de esta prueba.
Hay que eliminar a un hinox que es el que tiene el último orbe. En condiciones normales no sería un problema, pero si no tenemos un mínimo de 10 corazones adicionales, y por el hecho de no llevar armadura, este enemigo puede eliminarnos con un par de golpes.
Sin embargo, hay una forma de facilitarnos el combate. Si no despertamos al Hinox y subimos al monte que hay al suroeste de la isla (donde debemos llevar el orbe) veremos que hay un campamento bokoblin con grandes rocas y algunos barriles de pólvora.
Después de eliminar a los bokoblin y reponer parte de lo que hemos gastado en comida, podemos empujar las rocas colina abajo para que golpeen y hagan bastante daño al hinox, y lanzarle los barriles de pólvora para que exploten junto a él.
De ese modo, al menos el combate se hará más corto y menos difícil. Una vez venzamos al monstruo y coloquemos el orbe en el pedestal, el Santuario de Sarshii emergerá en la cima de la Meseta Koholint, y de paso recuperaremos la capacidad de guardar la partida así como todas las pertenencias que teníamos antes de llegar a la isla. En su interior, aparte del símbolo de valía, el tesoro que precede a su recogida contiene una rupia dorada que vale por 300. Escaso premio por la ordalía que hemos tenido que pasar si me preguntáis.
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